lunes, 26 de mayo de 2008

Textos varios

Lenguajes de la tierra

por Paula Nye

"La libertad no es algo que deba ganarse al fin de un largo esfuerzo, tiene que estar en el principio mismo del viaje…"

Krishnamurti

Bienvenidos, los convido a compartir a través de este medio gráfico accesible a todos por igual, de esta propuesta activa, abierta y participativa, los Lenguajes de la tierra: simbologías, escrituras y entidades numéricas ancestrales que representan el conocimiento intuitivo o sabiduría interior.
La intención clave es un desafío personal: "Dadas la herramientas necesarias, ¿soy capaz de balancear el conocimiento intelectual ya tan instalado en mí para acercarme a vivir en forma más natural, respetando e intercambiando con el medio que habito...?"
Lenguajes de la Tierra: conocimiento innato que nos pertenece y que ha sido —y sigue siendo— reprimido y olvidado en el tiempo socio-cultural que transitamos desde el surgir de la antigua Babilonia, cuando se comenzó a trocar calidad por cantidad, virus letal que padecemos en la actualidad y que nos está conduciendo al auto exterminio.
Vengo realizando esta investigación desde hace nueve años, cuando realicé un viaje familiar a la región de mis ancestros, el Reino Unido, donde recibí información no sólo sobre la sabiduría ancestral Rúnica del Antiguo Futhark sino del conocimiento Amerindio sobre los guardianes de la Pachamama.
Al tiempo de investigar sobre lo anterior, me llegaron las sabidurías Africanas con todo su colorido y las Orientales desde su percepción energética sobre la vida y la muerte. (Cuando digo que "me llegaron", me refiero al simple hecho de que al estar yo atenta, "pude ver" la información que estaba disponible…)
Desde entonces enfoco un común denominador entre los diversos pueblos de la tierra que habitaron nuestro planeta según las cuatro direcciones; los cuatro vientos de cambios y las cuatro estaciones: el "poder" vivir en balance con el medio a través de un diálogo íntimo, íntegro y cualitativo con la Naturaleza, y de este modo "poder" integrar naturalmente la Espiritualidad a su cotidianeidad..."
Este curso consta de nueve unidades, cada una dedicada a cada entidad numérica del uno al nueve, más la introducción y cierre invocando a la entidad "cero" ó huevo cósmico: "La nada que contiene al todo…", según el "Génesis Numeral" (ver "Talleres intuitivos, Sesión Efímera", en www.colorapachamama.com.ar)
A su vez, cada numeral energético está representado según la trilogía Materia/Pensamiento/Espíritu, por lo que las nueve unidades atraviesan estos tres aspectos, conformando así 27 subunidades básicas que en realidad sintetizan un estudio Universal y por lo tanto infinito…
A la propuesta teórica ofrecida por escrito, se acoplan experiencias prácticas que ayudan a incorporar este antiguo mecanismo de vida natural y balanceada: danzas rituales; tatuajes naturales curativos y preparados de pinturas naturales; permacultura; transmisión oral y demás actividades que involucren al Tiempo como Arte…
A modo de introducción y respetando el formato ancestral, les convido a recorrer el "Génesis numeral de la vida y de la muerte" para ya introducir al "cero" en el próximo encuentro.
Para quienes se inquietan con el presente desafío, les deseo la mejor de las suertes y mucho ánimo porque… vale la pena.
"…Dancemos pues, el génesis de la vida y de la muerte, representado por las entidades numéricas ancestrales cuyo comienzo cíclico surge cuando el todo y la nada están contenidos en el CERO o huevo cósmico, "la nada que contiene al todo"…, para dar comienzo a la creación a partir del UNO: "la unidad", la idea inicial, el primer hombre que se siente atraído por la primera mujer, y juntos se potencian en el DOS: polaridad, dualidad, magnetismo, cambios, y engendran al hijo encarnado, el TRES, conformando la sagrada trilogía*: padre cielo, madre tierra e hijo encarnado, es decir pensamiento, espíritu y materia respectivamente… Juntos recorrerán las CUATRO direcciones: E, O, N y S; las cuatro estaciones y los cuatro vientos de cambio hasta dilucidar la quinta esencia, el poder transmutador del CINCO, y así "poder" abrir el portal para celebrar la danza ritual de la vida, de la existencia- de la posibilidad de compartir en armonía y de amar en el equilibrio de las SEIS puntas de la estrella de David: la luz que admite su propia sombra y tolera la posible existencia de un vacío desconocido, "El Gran Misterio", setenta veces SIETE la capacidad de perdurar en el espacio infinito… Un espacio vacío para la veneración y la contemplación, con humildad, y desde allí, desde ese abismo, "poder" percibir y recibir de la infinita abundancia de la Pachamama: el OCHO recostado… siempre presente y disponible en conjunción con las estrellas de un Universo armónico, también infinito, y de la escarcha de cada mañana finita que nos recuerda el "poder" cristalizar a través del NUEVE una realidad más balanceada, sana y justa para todos, comenzando por uno mismo y dedicado a las futuras generaciones, que esperan su oportunidad de "saltar" y comenzar a danzar esta Gran Danza Universal que involucra el Gran Misterio de "aprender a morir" para "poder" vivir danzando…"
Aclaraciones:
Existen cuatro tipos de muerte.
La primera "generalmente inconsciente": la muerte física involuntaria o impuesta por el plano material de existencia.
Las formas conscientes: la muerte física voluntaria o decisión personal de abandonar la vida material; el desapego o abandono voluntario de aquello que no "agrega" a la evolución personal del guerrero de luz; el abismo o decisión voluntaria de enfrentar el vacío desconocido para "poder" avanzar en el sendero del buscador de la luz.
El hijo encarnado responde al ser que logra integrar ambas energías: femenina y masculina —racional e intuitiva— en su momento presente, logrando vivir su balance interno como guerrero de la luz y externo con respecto al medio que habita.
La Gran Danza se refiere a la posibilidad creadora de aquellos seres que logran encarnar en el momento presente o instante de conciencia.
* Nótese que en la reconocida trilogía cristiana, la figura femenina de "la madre" ha desaparecido misteriosamente… Y resulta que se trata ni más ni menos que de nuestra espiritualidad… Personalmente estoy convencida que de esto se trata el "santo grial" desaparecido y tan buscado o censurado por la iglesia últimamente…

Nehuen Mapu

por China Mayorga

Esta comunidad integrada por mujeres mapuches funciona en la ciudad de Vuriloche desde el año 2001 con los siguientes objetivos:
· Reconocernos con nuestra propia identidad mapuche y asumirnos como transmisoras de nuestra cultura, filosofía y espiritualidad.
· Transmitir los conocimientos de rogatividad, cantos e idioma.
· Recuperar la medicina original en equilibrio con la naturaleza como la hicieron y transmitieron nuestros mayores.
· Recobrar el espacio para el desarrollo de nuestro arte (telar, platería, etc.)
Debemos ser las encargadas de transmitir y hacer conocer a nuestros niños y jóvenes los valores de nuestra cultura ya que ellos son el futuro de nuestro pueblo mapuche que comienza a resurgir con su lucha por los derechos que les corresponden como hoy son reconocidos en el art. 75 inciso 17 de la constitución nacional y el convenio 169 de la O.I.T.
Hemos empezado a retornar nuestros valores originarios como pueblo y así no permitir los avasallamientos producidos en la historia sobre nuestros territorios y sobre nuestra cultura siendo concientes que la tierra tiene un valor ancestral porque sin ella no podemos mantener nuestra medicina, nuestras rogativas, nuestra cosmovisión y nuestro equilibrio como che (persona), donde nosotros desde lo espiritual nos comunicamos con nuestro Nehuen que nos permite mantener nuestra salud física, mental y emocional.
Para nosotros la mapu, el territorio, es fundamental pues sin estos elementos no podemos desarrollarnos en nuestra propia identidad; pues la falta de comunicación con nuestros lagos, ríos, montañas, animales, bosques y plantas nos perjudica en forma salvaje provocando un desorden natural y un atropello legal.
Estamos hablando de nuestra propia vida, por eso la sociedad no puede hacer oídos sordos a nuestra problemática porque un pueblo que no reconoce la historia originaria del pueblo pre-existente ocasiona peligro a él mismo y a su futuro.
Para nosotras es importante concientizar al pueblo no-mapuche que somos un pueblo vivo, pues vemos diariamente las atribuciones que se toma la gente de hablar de nuestra cultura, nuestra medicina, nuestro arte; como si fuéramos un pueblo extinguido.
Estamos abocadas a contactar a nuestras mujeres que se encuentran desarraigadas y debilitadas por estar alejadas de su cultura y conocimiento, producto de la pérdida de identidad. Es importante deshacer el desamparo que sufren nuestros mayores por las causas ya mencionadas.
El trabajo que realizamos es arduo y lento ya que los medios que nuestra comunidad posee son de muy escasos recursos.
Esperamos que organizaciones públicas, privadas, municipio, etc., puedan apoyarnos dando importancia a nuestros valores como pueblo, cultura y espiritualidad.
Este mes es muy importante pues es el momento en que la fuerza de la tierra comienza a surgir y éste es el motivo por el que celebramos el Wyñoy Thrypantu (año nuevo).
Nuestra comunidad está invitando a las familias mapuches a compartir con nosotras el 21 y 22 nuestro nuevo ciclo.


Fiestas Paganas

(Relato que forma parte del libro Las dos muertes de Rodolfo Petersen, de Juan Pablo Trombetta)

Mis amigos insistieron para que viniera. A mí mucho no me entusiasman estas fiestas típicas en los pueblos de España; al principio, es todo novedad, pero después, si estuviste en cuatro o cinco es como si las hubieses conocido todas.
Siempre los toros, los fuegos, la música, el baile. Se pone tedioso. Nosotros los argentinos, hay que reconocerlo, somos bastante aburridos; tenemos pocas fiestas y no somos de divertirnos demasiado. Para peor, no podemos evitar el pánico al papelón, a pasar por ridículos, a que se rían de nosotros, así que optamos por reírnos de los demás, y entonces aflora esa soberbia desbordante, esa mirada despectiva, esa suficiencia. Bueno, al fin y al cabo somos los "europeos" de la América India, los más cultos, los más finos, los más elegantes, los más blancos, los más inteligentes... ahora estamos medio devaluados, eso sí.
Cuando acompañé a Laura en la aventura europea, hace quince años, nunca imaginé que ella se iba a volver tan rápido y que yo me radicaría en Sitges, al borde del Mediterráneo.
Ahora estoy en un pueblito de montaña del que apenas oí hablar; parece que producen vino y organizan estas fiestas paganas; estoy rodeada de mocosos y de muchachos disfrazados de diablos que largan fuego por todas partes, corren y saltan por las calles, hacen retumbar los tambores, paran en las casas y piden vino... La que más insistió para que viniera fue Susana, "Susana.com", como la llama Julio porque cualquier cosa que le preguntes te manda a internet. Y si no le preguntás también. Julio era montonero, pudo rajarse de Buenos Aires poco después del golpe del ’76 y estuvo unos años en París. Al final se instaló en Sitges, se aburguesó, y ahora tiene un par de tiendas y un restaurant muy coqueto lejos, muy lejos de Marx, de Lenin, de las utopías socialistas. Y yo aquí, en medio de la plaza. El año que viene cumplo cincuenta, casi no lo puedo creer; yo me siento una "pendejita", me mantengo bien, "muy bien para tu edad", como te suelta algún imberbe para halagarte y vos no sabés si sonreír agradecida o reventar de bronca. Claro que el no haber parido y la gimnasia ayudan a mantener la carne firme, durita, la cola parada. ¡Y las tetas son todas mías, no me las hice!, porque ahora cualquier chiruza pone unos euros y le fabrican las lolas que figuran en el muestrario. Como cuando viene el "cuervo" de la funeraria y muestra los distintos modelos de cajón. Hay de todo. Tenés tetas exageradas, tetas que "no se note mucho que te las hiciste", tetas que no se mueven ni a cañonazos... Las mías tienen un buen tamaño y son bien naturales. No sé por qué pienso todas estas boludeces ahora. Me tomé unas cuantas copitas y estamos con mi grupo en pleno baile. Hay viejos, chicos, matrimonios, todo muy familiar. ¡Si me vieran mis amigos de la Recoleta!, tan paquetes, tan "pijos" como dicen acá. Yo sé que les gusto a los hombres, soy lo que ellos llaman una "veterana fuerte" y con la ventaja de no llevar carga a cuestas, de no tener hijos. También sé que me ven cara de "rápida", de fácil, bah. Pero la verdad es que hace meses que no estoy con un hombre. A veces se ponen tan estúpidos. Prefiero arreglarme sola, la imaginación vuela, no hay que soportar ningún superman de ésos que se creen Casanova o Adonis o los dos a la vez, y sobre todo es más seguro, más sanito.
¡Uy, y este nene! Se me arrima y baila muy cerca, muy cerca, sin hablar. Me gusta. El "pibe" debe andar por los cuarenta. Se sigue moviendo cada vez más y más cerca; nos rozamos, así, casi por casualidad, que es cuando más me excita. Ahora él avanza hacia mí y me hace retroceder, sin dejar de bailar; de pronto se detiene y la que avanza soy yo. Cruzamos la plaza. Perdí a mis amigos. La música y el leve sopor del vino me envuelven, y estos movimientos, estos roces, los giros, todo me resulta sensual; pero lo más excitante es que no hablamos, apenas nos miramos de reojo. Ahora me toma de la cintura con las dos manos y nos movemos juntos, apretados, al ritmo de la música. Me toma con firmeza. Empiezo a sentir una sensación rara, no, más que rara lejana, como cuando era adolescente; percibo la adrenalina, mi propia excitación. Suavemente me atrae hacia él y apoya su mejilla contra la mía. Siento su respiración acompasada, agitada, aspiro su olor, olor a piel. Huele bien. Muy bien. Sus labios se acercan y en cualquier momento buscarán los míos. Un vacío sube lentamente por mis tripas. Me estremezco. Con la piel erizada intento dominar un ligero temblor. Cierro los ojos. Ahora interrumpen la música y nos apartamos con torpeza, como chicos a los que pescaron en falta. Él sonríe y me mira con dulzura. Me roza apenas la mejilla con los dedos y se va. Se va.
Llegan Susana y Julio. Susana dispara sus preguntas sin parar mientras lo sigue con la mirada: ¿quién es? ¿lo conocías? ¿cómo se llama? ¿qué hace? ¿dónde vive? ¿es argentino? ¿español? Por fin se calla y no necesito contestarle que no sé. Él ya se perdió más allá del gentío, donde se acaban las sombras, en el hueco frío de la madrugada.
Susana me mira y dice, con expresión muy seria:
—Al final, no sé si hicimos bien en venir.



Cada uno con su destino

Un samurai, conocido por todos por su nobleza y honestidad, fue a visitar a un monje zen en busca de consejos. No obstante, en cuanto entró en el templo donde el maestro rezaba, se sintió inferior, y concluyó que a pesar de haber pasado toda su vida luchando por la justicia y la paz, no se había ni tan siquiera acercado al estado de gracia del hombre que tenía frente a él.
—¿Por qué me estoy sintiendo tan inferior?— le preguntó, no bien el monje hubo acabado de rezar. —Ya me enfrenté muchas veces con la muerte, defendí a los más débiles, sé que no tengo nada de qué avergonzarme. Sin embargo, al verlo meditando, he sentido que mi vida no tenía la menor importancia.
—Espera. En cuanto haya atendido a todos los que me han buscado hoy, te daré la respuesta.
Durante todo el día el samurai se quedó sentado en el jardín del templo, viendo como las personas entraban y salían en busca de consejos. Vio como el monje atendía a todos con la misma paciencia y la misma sonrisa luminosa en su rostro. Pero su estado de ánimo iba de mal en peor, pues había nacido para actuar, no para esperar.
Por la noche, cuando ya todos habían partido, insistió: —¿Ahora podrá usted enseñarme?
El maestro lo invitó a entrar y lo llevó hasta su habitación. La luna llena brillaba en el cielo y todo el ambiente respiraba una profunda tranquilidad.
—¿Ves esta luna, qué bonita es? Ella cruzará todo el firmamento y mañana el sol volverá a brillar. Solo que la luz del sol es mucho más fuerte y consigue mostrar los detalles del paisaje que tenemos a nuestro frente: árboles, montañas, nubes. He contemplado a los dos durante años, y nunca escuché a la luna decir "¿Por qué no tengo el mismo brillo que el sol? ¿es que quizás soy inferior a él?"
—Claro que no— respondió el samurai— la luna y el sol son dos cosas diferentes, y cada uno tiene su propia belleza. No podemos comparar a los dos.
—Entonces, ya sabes la respuesta. Somos dos personas diferentes, cada cual luchando a su manera por aquello que cree, y haciendo lo posible para tornar a este mundo mejor; el resto son solo apariencias.

(Gentileza del dojo zen Despertar)

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