lunes, 26 de mayo de 2008

Tapa

(Domingo 18 de mayo: murió Antonio Vázquez)

Juan Gelman, poeta

Mi Buenos Aires querido

Sentado al borde de una silla desfondada,mareado, enfermo, casi vivo,escribo versos previamente lloradospor la ciudad donde nací.Hay que atraparlos, también aquínacieron hijos dulces míosque entre tanto castigo te endulzan bellamente.Hay que aprender a resistir.Ni a irse ni a quedarse,a resistir,aunque es seguroque habrá más penas y olvido.

Gotán (1963)

Gelman nació en la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Villa Crespo. Fue el tercer hijo (el único nacido en Argentina) de un matrimonio de inmigrantes judíos ucranianos. Aprendió a leer a los 3 años y pasó su infancia andando en bicicleta, jugando al fútbol y leyendo. Desde niño es simpatizante de Atlanta, el club de fútbol del barrio, donde años después le pondrían su nombre a la biblioteca, algo que él considera "el homenaje más grande de su vida". Comenzó a escribir poemas de amor cuando tenía ocho años y publicó el primero a los once (1941) en la revista Rojo y Negro. Realizó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Buenos Aires. A los quince años ingresó a la Federación Juvenil Comunista. En 1948 inició estudios universitarios de Química en la Universidad de Buenos Aires, abandonando poco después para dedicarse plenamente a la poesía. En 1955 fue uno de los fundadores del grupo de poetas El pan duro, integrado por jóvenes militantes comunistas que proponían una poesía comprometida y popular y actuaban cooperativamente para publicar y difundir sus trabajos. En 1956 el grupo decidió publicar su primer libro, Violín y otras cuestiones. En 1959, a raíz de la Revolución Cubana comenzó a adherir a la posibilidad de la lucha armada en Argentina y a disentir con la postura del Partido Comunista. En 1963, durante la dictadura de Guido, fue encarcelado con otros escritores por pertenecer al Partido Comunista en el marco del plan represivo CONINTES, hecho que provocó movimientos de solidaridad y publicaciones de sus poemas en protesta por su detención. Luego de ser liberado abandonó el Partido Comunista para comenzar a vincularse a sectores del peronismo revolucionario. Con otros jóvenes que también habían abandonado el Partido Comunista formó el grupo Nueva Expresión y la editorial La Rosa Blindada que difundía libros de izquierda rechazados por el comunismo ortodoxo. En 1967, durante la dictadura militar de Onganía se integró a las recién formadas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Se desempeñó como jefe de redacción de la revista Panorama (1969), secretario de redacción y director del suplemento cultural del diario La Opinión (1971-1973), secretario de redacción de la revista Crisis (1973-1974) y jefe de redacción del diario Noticias (1974). En 1975 fue enviado por Montoneros al exterior para hacer relaciones públicas y denunciar internacionalmente la violación de derechos humanos en la Argentina, durante el gobierno de Isabel Perón (1974-1976). En esa situación se encontraba cuando se produjo el golpe de estado del 24 de marzo de 1976En 1976 fueron secuestrados sus hijos Nora Eva (19) y Marcelo Ariel (20), junto a su nuera María Claudia Iruretagoyena (19), quien se encontraba embarazada de siete meses. Su hijo y su nuera desaparecieron, junto a su nieta nacida en cautiverio. En 1990 fueron hallados los restos de su hijo en un tambor lleno de cemento arrojado al río. En 1978 Gelman averiguó a través de la Iglesia Católica que su nuera había dado a luz, sin poder precisar dónde ni el sexo. En 1998 Gelman descubrió que había sido trasladada a Uruguay, a través del Plan Cóndor que vinculaba a las dictaduras sudamericanas y Estados Unidos, donde fue mantenida viva al menos hasta dar a luz a una niña en el Hospital Militar de Montevideo. La investigación sobre la suerte de su nuera y su nieta fue bloqueada intencionadamente por el gobierno uruguayo a pesar de la presión internacional, hasta la asunción del presidente Jorge Batlle en 2000, año en el cual se reunió con su nieta.En 1979 decidió abandonar Montoneros por estar completamente en desacuerdo con el verticalismo militarista del movimiento, exponiendo sus razones en un artículo publicado en Le Monde en febrero de 1979. En respuesta Montoneros acusó a Gelman de traición y lo condenó a muerte. En 1980 volvió a publicar un libro después de siete años, con el título de Hechos y relaciones, al que le seguirán Citas y comentarios (1982), Hacia el Sur (1982) y Bajo la lluvia ajena (notas al pie de una derrota) (1983). Ya en democracia, Juan Gelman no pudo volver a su país debido a las causas judiciales que se mantuvieron abiertas contra él por su pertenencia a una organización guerrillera, en las que se ordenó su captura. Escritores de todo el mundo protestaron por la persecución de la que era objeto Gelman en la Argentina, entre ellos Gabriel García Márquez, Augusto Roa Bastos, Juan Carlos Onetti, Alberto Moravia, Mario Vargas Llosa, Eduardo Galeano, Octavio Paz, etc. La presión internacional tuvo éxito y a comienzos de 1988 la justicia dejó sin efecto la orden de captura, tras lo cual volvió a su país en junio, luego de trece años de estar ausente. Pese a ello, Gelman decidió radicarse en México. En los ´80 publicó La junta luz (1985), Interrupciones II (1986), Com/posiciones (1986), Eso (1986), Interrupciones-I e Interrupciones-II (1988), Anunciaciones (1988) y Carta a mi madre (1989). El 8 de octubre de 1989 fue indultado por el presidente Carlos Menem, junto a otros 64 ex integrantes de organizaciones guerrilleras. Juan Gelman rechazó la medida y protestó públicamente contra ella a través de una nota publicada en el diario Página/12: "Me están canjeando por los secuestradores de mis hijos y de otros miles de muchachos que ahora son mis hijos."En 1998, al averiguar que su nuera había sido trasladada al Uruguay donde había dado a luz a una niña, exigió la colaboración de los estados argentino y uruguayo en la investigación con el fin de hallar a su nieta. Gelman se encontró especialmente con la oposición a investigar del presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti, con quien entabló un debate público, en el que volvió a ser apoyado por destacados intelectuales y artistas como Günter Grass, Joan Manuel Serrat, Darío Fo, José Saramago, Fito Páez. Nuevamente la presión internacional dio resultado y en el año 2000, al mes de asumir el nuevo presidente de Uruguay, Jorge Batlle, la nieta de Gelman, de nombre Andrea (Andreíta la menciona el poeta en varios poemas) había sido encontrada. Luego de verificar su identidad, la joven decidió tomar los apellidos de sus verdaderos padres, para llamarse María Macarena Gelman García.Ha recibido varios premios: "Boris Vian" (1987), Nacional de Poesía argentino (1997), Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (2000), el Iberoamericano de Poesía "Pablo Neruda" (2005) y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2005). Recientemente fue galardonado con el Premio Cervantes, el más prestigioso de la literatura en español. Actualmente, Juan Gelman vive en México y es columnista del periódico argentino Página/12.Como en pocos artistas, en Juan Gelman, vida y poesía (su vida y su poesía) se encuentran siempre entretejidas.

http://www.wikipedia.com/

Final (fragmento)

Ha muerto un hombre y están juntando su sangre en cucharitas,querido juan, has muerto finalmente.De nada te valieron tus pedazosmojados en ternura.Cómo ha sido posibcaleque te fueras por un agujeritoy nadie haya ponido el dedopara que te quedaras...

Juan Gelman

Ruedas (fragmento)

Ella llora con una rueda en la garganta que gira contra el deseo y con restos de oscuras órdenes. Hay que envolverte ahora con la luz que seas. Esa luz tiene horizontes que ninguno ve, como fulgor en un borde casual del viaje.

(a Andreíta)

Valer la pena (2001)

Arquitectura

¿Por qué contratar un arquitecto?

Por Carlos Schifano (Arquitecto UBA)


Pocas personas se dan cuenta de lo complicada que puede resultar la construcción de un edificio, por lo menos, hasta que se encuentran perdidas en un cúmulo de dificultades, reglamentaciones edilicias, alternativas de diseño, especificaciones, contratistas, presupuestos, etc.
El arquitecto es el profesional que tiene la formación, entrenamiento, experiencia e imaginación necesarios para guiar al cliente durante todo el proceso de diseño y construcción, desde colaborar para ayudarlo a definir qué es lo que necesita construir, hasta la manera de obtener el máximo provecho para su inversión.
Los arquitectos aportan un enfoque totalizador de la cuestión. No sólo diseñan un techo y cuatro paredes para resolver sus necesidades básicas, sino que crean ámbitos atractivos especialmente acondicionados para habitar, trabajar y desarrollar todas las funciones que caracterizan la vida del hombre. Conduciendo a contratistas y proveedores, los arquitectos hacen posible que el proceso culmine en un proyecto bien construido, que cumpla con las expectativas y que encuadre dentro de los costos y tiempos que el cliente ha previsto.
El arquitecto, con sus conocimientos y experiencia en diseño y en los aspectos técnico-constructivos, reúne las mejores condiciones para presentar alternativas y opciones que al cliente probablemente no se le hubiesen ocurrido. Los honorarios por los servicios que brinda el arquitecto deben ser considerados como una sensata inversión y no como un costo adicional al del proyecto, entre otras, por las siguientes razones:
a. un proyecto bien concebido puede ser construido de forma más eficiente y económica, evitando o minimizando improvisaciones, sorpresas e imprevistos que originan costos adicionales y prolongan innecesariamente el lapso de construcción.
b. el arquitecto produce planos y especificaciones seleccionando materiales y terminaciones, en función de su calidad, belleza, durabilidad y costo. Estos planos y especificaciones no sólo sirven para construir la obra, sino que son imprescindibles para obtener propuestas serias y confiables de contratistas y proveedores.
c. el buen diseño y la buena construcción siempre aportan un valor agregado: mayor valor inmobiliario a una propiedad y en ciertos casos más clientes para un comercio o mayor productividad en los lugares de trabajo. El arquitecto puede prever cosas que probablemente el cliente no tendría en cuenta y ejecutar otras que ese cliente no sabría cómo encarar, como por ejemplo programar etapas, advertir a tiempo posibles problemas vinculados con la normativa oficial, coordinar la labor de especialistas en proyectos complejos, recomendar contratistas y proveedores competentes, asesorarlo para que suscriba contratos equitativos y ejercer controles para que la construcción se lleve a cabo de acuerdo con los planos, las especificaciones, los montos y los plazos previstos.
La relación cliente/arquitecto.
El éxito de un edificio depende de muchos factores, pocos de los cuales son más importantes que una buena relación entre el cliente y el arquitecto. Sin la plena cooperación del cliente y sin confianza mutua resulta muy difícil que el arquitecto realice bien su tarea. El cliente es un miembro muy importante del equipo.
El arquitecto puede brindar un asesoramiento muy valioso desde los primeros tramos de su actuación. Muchos problemas podrían evitarse si el arquitecto fuera consultado, inclusive, antes de comprar un terreno, ya que no sólo conoce las restricciones que pueden afectar a determinado terreno sino que también está en condiciones de descubrir buenas posibilidades en terrenos aparentemente inadecuados y dificultades que no se le ocurrirían al cliente en otros que a éste le parecen apropiados.
El arquitecto
La tarea del arquitecto consiste en interpretar a su cliente y plasmar sus necesidades en un edificio que sirva a los fines de aquél en todo sentido y represente el valor del dinero invertido, dentro de límites acordados en cuanto a tiempo y costo. Esta tarea constituye un proceso mucho más complejo de lo que imagina la mayoría de la gente. Los edificios deben estar bien planeados, sin desperdicios de superficies, de modo de proveer espacios adecuados para todas las actividades que allí se han de realizar. Deben estar convenientemente emplazados en el terreno, tener buenos accesos y estar organizados de tal modo que se facilite la circulación de las personas, los vehículos o mercaderías y construirse teniendo en cuenta las reglamentaciones vigentes.
Además, los edificios deben satisfacer las necesidades físicas de los ocupantes durante todas las estaciones del año. Su diseño debe facilitar la climatización adecuada de sus interiores.
El arquitecto debe captar la atmósfera adecuada para cada edificio, trátese de una escuela o un hospital, una fábrica o un aeropuerto, un centro comercial o una vivienda privada. Lo que resulta adecuado para un tipo de edificio puede no serlo para otro. La meta del arquitecto consiste en encontrar para cada caso la solución que cumpla de manera óptima los objetivos de su cliente, al tiempo que satisfaga las necesidades de los futuros usuarios y armonice con el paisaje y el resto de los edificios del entorno.
El arquitecto y la ética profesional
La ética profesional es el conjunto de los mejores criterios y conceptos que debe guiar a la conducta de un sujeto por razón de los más elevados fines que puedan atribuirse a la profesión que ejerce.
El código de ética establece guías y reglas de comportamiento para los arquitectos en el cumplimiento de sus obligaciones con los clientes y público en general, con la dignidad de la profesión y con los demás profesionales y constituye un compendio de comportamientos básicos en los que se debe basar la práctica de la profesión. Sus disposiciones son de cumplimiento obligatorio y han sido previstas para preservar derechos de los clientes, de los colegas y del público en general y para promover la más alta estima y respeto que merece la profesión.
Las disposiciones del Código de Ética, son:
Son deberes de todo profesional para con sus clientes y hacia el público en general:
· No ofrecer, por medio alguno, la prestación de servicios cuyo objeto, por cualquier razón de orden técnico, jurídico, reglamentario, económico o social, etc., sea de muy dudoso o imposible cumplimiento, o si por sus propias circunstancias personales el profesional no pudiere satisfacer.
· No asumir en una misma obra funciones de director al mismo tiempo que las de contratista total o parcial.
· Mantener secreto y reserva respecto de toda circunstancia relacionada con el cliente, y con los trabajos que para él se efectúa, salvo obligación legal.
· Advertir al cliente los errores en que éste pudiere incurrir, relacionados con los trabajos que el profesional proyecte, dirija o conduzca, como así también subsanar los que él mismo pudiera haber cometido y responder civilmente por daños o perjuicios conforme la legislación vigente.
· Manejar con la mayor discreción los fondos que el cliente pusiere a su cargo, destinados a desembolsos exigidos por los trabajos a cargo del profesional y rendir cuentas claras, precisas y frecuentes, todo ello independiente y sin perjuicio de lo establecido en las leyes vigentes.
· Dedicar toda aptitud y atender con la mayor diligencia los asuntos de su cliente.
· El profesional que dirige el cumplimiento de contratos entre su cliente y terceras personas es ante todo, asesor y guardián de los intereses de su cliente, pero estas funciones no significan que le es lícito actuar con parcialidad en perjuicio de aquellos terceros.
El programa de necesidades
En la relación cliente/arquitecto, la formulación del programa de necesidades constituye una de las etapas de mayor importancia de todo el proyecto. El primer paso es preparar dicho programa, el cual debe incluir, con la mayor precisión posible, las necesidades del cliente y todas las limitaciones que deben observarse en cuanto a tiempo y costos. El cliente debe informar al arquitecto acerca de servidumbres, derechos de vecinos u otras disposiciones reglamentarias que puedan imponer restricciones al uso del terreno. El arquitecto, en cambio, debe informarse con respecto a las normas oficiales vigentes.
El arquitecto necesita información detallada, no sólo sobre el número y el tamaño de todos los locales sino también sobre las actividades y procesos que han de tener lugar en el edificio. A menudo sucede que el cliente basa sus ideas en cuanto a los locales o espacios que va a necesitar, en su experiencia en edificios inadecuados o viejos y no advierte nuevas posibilidades para resolver sus necesidades. El arquitecto, por estar actualizado respecto de las estructuras, instalaciones y los nuevos materiales disponibles y por conocer los procesos y actividades particulares a las que el edificio se debe adecuar, toma las precauciones necesarias. El cliente no debe proporcionar al arquitecto instrucciones ambiguas o contradictorias. Las órdenes y contraórdenes deben ser evitadas: hacen perder tiempo y dinero.
En ocasiones el cliente solicita al arquitecto que colabore en la elaboración del programa de necesidades como base para su discusión, así como en la preparación de cuestionarios tendientes a obtener información esencial. Es importante para el arquitecto y para su cliente que éste tome sus decisiones sin tardanza y que luego no se aparte de ellas.
El anteproyecto
Una vez establecido el programa de necesidades y analizados a fondo los requerimientos del cliente, el arquitecto prepara un anteproyecto con la solución que propone. Esta es una etapa fundamental y en una obra de envergadura puede requerir varias semanas o meses de trabajo.
Durante esta etapa ya es conveniente contar con un relevamiento topográfico del terreno, con sus deslindes, medidas y ángulos, ubicación de los árboles que se prevé mantener y el establecimiento de las cotas de nivel. Esta tarea debe ser encomendada a un profesional, cuyos honorarios y/o gastos deben ser pagados por el cliente.
No es fácil estimar previamente la duración de esta etapa, muchas veces se ignora inicialmente la complejidad de un proyecto, las dificultades para su adaptación al terreno o para encuadrarlo dentro de la normativa vigente. Tampoco hay certeza de que el cliente acepte el anteproyecto de primera intención, o le formule observaciones o que durante su ejecución introduzca agregados o modificaciones.
El avance del anteproyecto puede verse facilitado por un proceso de frecuentes consultas entre el arquitecto y su cliente, cuyas reflexiones o críticas oportunas permitirían evitar el recorrido hacia propuestas que posteriormente serían objetadas.
También el arquitecto puede recurrir a la instancia de presentar croquis preliminares, constituidos por planos y diagramas simples con esquemas funcionales, de superficies o de volúmenes en los que se bosquejan las relaciones entre las diversas partes o sectores de un edificio o de diversos edificios entre sí. Los primeros croquis suelen despertar la imaginación del cliente, aclarar sus ideas, llamar su atención sobre puntos que había pasado por alto o sugerirle nuevas posibilidades y requerimientos. En estos casos, sólo cuando se han resuelto a satisfacción del cliente cuestiones fundamentales sobre la planificación del edifico, con sus esquemas circulatorios y funcionales y se ha alcanzado un total ajuste del programa de necesidades, el arquitecto debe formular su anteproyecto y volcarlo en planos u otros procedimientos gráficos, escritos o de representación tridimensional.
A los clientes no siempre les resulta fácil comprender los planos de los arquitectos y no deben vacilar en pedir explicaciones si hay algo que no entienden.
Cuando el cliente acepta el anteproyecto debe comprometerse a respetarlo salvo que medien circunstancias excepcionales, porque cualquier cambio que desee introducir posteriormente, casi con seguridad, perturbará el progreso del trabajo en el estudio del arquitecto o provocará alteraciones en la obra, en cualquier caso, originando honorarios, gastos y tiempos adicionales.

Carlos A. Schifano
Arquitecto U.B.A.

Contratapa

Ajeno

(El siguiente texto forma parte de una novela de Juan Pablo Trombetta que se encuentra en preparación)

Me desperté después de las nueve de la mañana y comprendí que algo se había modificado en mí de una manera irreversible. De inmediato pensé en Gregorio Samsa, no porque hubiera leído "La Metamorfosis" sino porque sabía cómo empezaba; pero no era el caso: yo no me había convertido en un enorme insecto repugnante. Todavía tumbado en la cama miré los diez dedos en las manos, levanté una pierna y después la otra, me palpé la cara. Todo estaba en su lugar. Quedaba claro que aquella abrupta modificación corría por dentro, aunque también estaba muy claro que yo era yo. Caminé hasta el baño y descarté la idea de escribir una carta de despedida. Me resultaba pringoso. Siempre odié la grandilocuencia y más aún las demostraciones de sensiblería. Así que unos minutos más tarde sencillamente me fui.
Dejar la ciudad me costó más de lo que había imaginado; de lo que había imaginado antes de ese día y de lo que imaginé ese mismo día, no bien gané las calles. Es cierto que no me puse el traje, pero mi ropa informal era formal, lo suficiente como para que ningún conocido pudiera sorprenderse al verme así en un día de semana. Mi barba no es muy tupida ni crece rápido, de modo que no reflejaría dejadez o abandono por falta de afeites. El bolso era como el de cualquier ejecutivo o empleado de cierta jerarquía que piensa hacer un poco de deporte después del horario de oficina. Así las cosas, como es natural, nadie me miraba con expresión de sorpresa, esa mueca que yo sí esperaba advertir en los demás porque sabía muy bien de mi firme determinación. Pero sólo yo lo sabía y ningún signo exterior hubiera sido capaz de delatarme.
Todo se veía ahora completamente distinto. Había tomado el subte en la estación de costumbre. Las estaciones se sucedían previsibles, pero lo nuevo se afincaba en ese persistente sonido que me alborotaba como si un enjambre de abejas zumbara dentro de mi cabeza; sabía que, horas más tarde, no habría de desandar ese largo túnel oscuro salpicado por huecos de luz donde la gente se agolpa en la espera, ni tendría que soportar el abrir y cerrar de puertas en cada parada, mientras unos luchan por salir y otros pugnan por entrar. Yo miraba a las personas que se colgaban de las manijas con abulia o espiaban las hojas del diario del vecino de asiento; algunos dormitaban y no pocos se dejaban arrastrar por el tren como si el piso y el mundo se movieran bajo sus zapatos trasladándolos a su antojo, más allá de una débil voluntad desde luego vencida de antemano. Por primera vez yo pensaba en todo eso, por primera vez no era uno de los que se colgaba de las manijas o leía el diario o dormitaba o se dejaba arrastrar.
Al llegar a la estación Carlos Pellegrini no subí las escaleras junto con la manada que se posaba, quieta, encima de los escalones mecánicos que la vomitaban en tandas, como a los zombis, en el tumulto húmedo, histérico y gris. Yo, en cambio, me uní a la otra manada, a la que buscaba todavía bajo tierra una combinación de trenes en Diagonal Norte. Y se presentaban entonces dos opciones, abrirme junto con el primer grupo en busca de la combinación con destino final en Retiro, o bien continuar hasta el fondo y unirme al otro grupo, tal vez más abundante, para trepar a los vagones que arribarían enlazados, rítmicos y ruidosos a la cabecera de Constitución. Como consideré que ese día ya había tomado una decisión de suficiente trascendencia, para resolver aquel asunto menor dejé las cosas libradas al azar; en rigor no al azar sino al lugar al que me guiara una muchedumbre sudorosa, zumbante, siempre apurada. Con el cuerpo liviano y dócil fui arrastrado a gran velocidad y sin tocar el piso hasta un andén en el que se leía el siguiente cartel: "Trenes a Retiro".
Aquella nueva vorágine era sin embargo la de todos los días, sólo que ahora disponía de tiempo para percibirla, observarla, estudiarla desde fuera, hundirme en ella de a ratos y salirme en cuanto se me antojara. No ignoraba que era uno más en la vieja historia de la ovejita descarriada que reniega de su rebaño y se aleja en busca de algo diferente, quizás mejor o muy probablemente peor, pero antes que ninguna otra cosa, diferente. Pese a todo esto, como mencioné al principio, no me fue fácil abandonar la ciudad. Empecé a añorar antes de marcharme las cosas que creía detestar: el olor de las hamburguesas, las corridas y los empellones, los gritos, los autos y los colectivos en sus maniobras temerarias e inverosímiles, la explosión de la cumbia en los precarios puestos de venta de discos compactos, el aire preñado con los restos de la combustión de miles de motores. Pero quizás lo más curioso fuera que empecé también a añorar de Buenos Aires muchas otras cosas que me seducían pero que por diversos motivos jamás disfrutaba: el cine, algún buen espectáculo musical, un paseo por la costanera, los cafetines de los barrios, la avenida Corrientes de madrugada, las librerías de viejo a las que nunca entré a revolver por pudor y por la insólita vergüenza de comprar libros usados. También recuerdo haber pensado en lo absurdo de mi pesadumbre por dejar atrás una ciudad con fantásticos museos y teatros; al igual que en los casos anteriores, no asistía a ninguno a pesar de que tejía continuos planes para hacerlo. Así amasé antes de irme una compacta añoranza. Así también comprendí enseguida la compleja trama que conforma el temple melancólico del porteño, fervoroso admirador de Borges sin leerlo, defensor a ultranza de los lugares típicos aunque no sepa dónde están ni conozca su historia y, en fin, capaz de amar hasta las lágrimas a Gardel o polemizar enardecido acerca de la obra de Piazzolla más allá de ser un entusiasta desconocedor de la música ciudadana.
Impulsado escaleras arriba después de atravesar en vilo los molinetes, asomé las narices a la superficie y a sus rumores, a su muchedumbre cuajada en una sola cara, expresándose uniforme en una única imagen del mismo modo en que por estas latitudes confundimos a un chino con un coreano o pretendemos, ya en Tokio, que millones de japoneses son todos iguales. Así, cada hombre o mujer trasladándose a paso veloz semejaban para mí, en aquella mañana, una cara indistinta, una historia unánime, aunque supiera que tras cada uno de esos seres se escondían las infinitas tristezas y los sueños inalcanzables de espíritus atravesados por la nostalgia, nostalgia aun cuando permanezcamos en la cuadra donde nacimos, nostalgia, al cabo, de lo que no pudo ser. Se me ocurrió pensar en lo ridículo que resulta el reproche de los que dicen que el tango no es más que un lamento, una queja constante, un eterno desgarro melancólico; me pregunté de qué otro modo podría ser el tango, no ya las letras, explícitas desde luego, sino la música, esa que arranca los sonidos desde los bordes del Riachuelo, desde el corazón profundo de las cortadas, desde la luz macilenta de sus faroles, y los arroja después en las tripas de quien quiera oírlos.
La multitud se desplazaba cimbreante y rumorosa; miles de personas raspaban las suelas de sus zapatos contra la rispidez del cemento; la atmósfera estaba repleta de polución y saturada con la mezcla de todos los olores que puedan concebirse; bajo mis pies —y yo lo sentía en el cuerpo entero—, vibraba el piso con el traqueteo de las formaciones en las honduras del subterráneo; se oía el retumbar de los pasos sobre las escaleras en el subibaja incesante de la masa, que en ese momento se me antojó con la forma de un extenso gusano que se despliega ondulante y uniforme de acá para allá, de ahí para acá y, en suma, desde y hacia todas partes en un avance implacable. Yo me había apartado de aquel cuerpo gigantesco y miraba desde fuera; hasta el final de la anterior jornada era uno más en el flujo de ese blando cordón humano y no lo sabía; al menos no se me había ocurrido ni remotamente contemplarme de tal forma. La brusca modificación que descubrí en mí al despertar, aquella mañana, no me engañaba, así como no me soltaba esa incómoda dificultad por abandonar esas calles que me estrangulaban y oprimían; nunca antes me había creído con agallas para emprender el camino que me aprestaba a iniciar, más bien que ya había iniciado; tampoco se me hubiera ocurrido que dejar atrás al gigante de gelatina gris, al monstruo de mil cabezas y una sola cara, a la ciudad y sus fantasmas, pudiera provocarme tal ardor en la sangre y aquellos violentos y sonoros golpes en el pecho.

Textos varios

Lenguajes de la tierra

por Paula Nye

"La libertad no es algo que deba ganarse al fin de un largo esfuerzo, tiene que estar en el principio mismo del viaje…"

Krishnamurti

Bienvenidos, los convido a compartir a través de este medio gráfico accesible a todos por igual, de esta propuesta activa, abierta y participativa, los Lenguajes de la tierra: simbologías, escrituras y entidades numéricas ancestrales que representan el conocimiento intuitivo o sabiduría interior.
La intención clave es un desafío personal: "Dadas la herramientas necesarias, ¿soy capaz de balancear el conocimiento intelectual ya tan instalado en mí para acercarme a vivir en forma más natural, respetando e intercambiando con el medio que habito...?"
Lenguajes de la Tierra: conocimiento innato que nos pertenece y que ha sido —y sigue siendo— reprimido y olvidado en el tiempo socio-cultural que transitamos desde el surgir de la antigua Babilonia, cuando se comenzó a trocar calidad por cantidad, virus letal que padecemos en la actualidad y que nos está conduciendo al auto exterminio.
Vengo realizando esta investigación desde hace nueve años, cuando realicé un viaje familiar a la región de mis ancestros, el Reino Unido, donde recibí información no sólo sobre la sabiduría ancestral Rúnica del Antiguo Futhark sino del conocimiento Amerindio sobre los guardianes de la Pachamama.
Al tiempo de investigar sobre lo anterior, me llegaron las sabidurías Africanas con todo su colorido y las Orientales desde su percepción energética sobre la vida y la muerte. (Cuando digo que "me llegaron", me refiero al simple hecho de que al estar yo atenta, "pude ver" la información que estaba disponible…)
Desde entonces enfoco un común denominador entre los diversos pueblos de la tierra que habitaron nuestro planeta según las cuatro direcciones; los cuatro vientos de cambios y las cuatro estaciones: el "poder" vivir en balance con el medio a través de un diálogo íntimo, íntegro y cualitativo con la Naturaleza, y de este modo "poder" integrar naturalmente la Espiritualidad a su cotidianeidad..."
Este curso consta de nueve unidades, cada una dedicada a cada entidad numérica del uno al nueve, más la introducción y cierre invocando a la entidad "cero" ó huevo cósmico: "La nada que contiene al todo…", según el "Génesis Numeral" (ver "Talleres intuitivos, Sesión Efímera", en www.colorapachamama.com.ar)
A su vez, cada numeral energético está representado según la trilogía Materia/Pensamiento/Espíritu, por lo que las nueve unidades atraviesan estos tres aspectos, conformando así 27 subunidades básicas que en realidad sintetizan un estudio Universal y por lo tanto infinito…
A la propuesta teórica ofrecida por escrito, se acoplan experiencias prácticas que ayudan a incorporar este antiguo mecanismo de vida natural y balanceada: danzas rituales; tatuajes naturales curativos y preparados de pinturas naturales; permacultura; transmisión oral y demás actividades que involucren al Tiempo como Arte…
A modo de introducción y respetando el formato ancestral, les convido a recorrer el "Génesis numeral de la vida y de la muerte" para ya introducir al "cero" en el próximo encuentro.
Para quienes se inquietan con el presente desafío, les deseo la mejor de las suertes y mucho ánimo porque… vale la pena.
"…Dancemos pues, el génesis de la vida y de la muerte, representado por las entidades numéricas ancestrales cuyo comienzo cíclico surge cuando el todo y la nada están contenidos en el CERO o huevo cósmico, "la nada que contiene al todo"…, para dar comienzo a la creación a partir del UNO: "la unidad", la idea inicial, el primer hombre que se siente atraído por la primera mujer, y juntos se potencian en el DOS: polaridad, dualidad, magnetismo, cambios, y engendran al hijo encarnado, el TRES, conformando la sagrada trilogía*: padre cielo, madre tierra e hijo encarnado, es decir pensamiento, espíritu y materia respectivamente… Juntos recorrerán las CUATRO direcciones: E, O, N y S; las cuatro estaciones y los cuatro vientos de cambio hasta dilucidar la quinta esencia, el poder transmutador del CINCO, y así "poder" abrir el portal para celebrar la danza ritual de la vida, de la existencia- de la posibilidad de compartir en armonía y de amar en el equilibrio de las SEIS puntas de la estrella de David: la luz que admite su propia sombra y tolera la posible existencia de un vacío desconocido, "El Gran Misterio", setenta veces SIETE la capacidad de perdurar en el espacio infinito… Un espacio vacío para la veneración y la contemplación, con humildad, y desde allí, desde ese abismo, "poder" percibir y recibir de la infinita abundancia de la Pachamama: el OCHO recostado… siempre presente y disponible en conjunción con las estrellas de un Universo armónico, también infinito, y de la escarcha de cada mañana finita que nos recuerda el "poder" cristalizar a través del NUEVE una realidad más balanceada, sana y justa para todos, comenzando por uno mismo y dedicado a las futuras generaciones, que esperan su oportunidad de "saltar" y comenzar a danzar esta Gran Danza Universal que involucra el Gran Misterio de "aprender a morir" para "poder" vivir danzando…"
Aclaraciones:
Existen cuatro tipos de muerte.
La primera "generalmente inconsciente": la muerte física involuntaria o impuesta por el plano material de existencia.
Las formas conscientes: la muerte física voluntaria o decisión personal de abandonar la vida material; el desapego o abandono voluntario de aquello que no "agrega" a la evolución personal del guerrero de luz; el abismo o decisión voluntaria de enfrentar el vacío desconocido para "poder" avanzar en el sendero del buscador de la luz.
El hijo encarnado responde al ser que logra integrar ambas energías: femenina y masculina —racional e intuitiva— en su momento presente, logrando vivir su balance interno como guerrero de la luz y externo con respecto al medio que habita.
La Gran Danza se refiere a la posibilidad creadora de aquellos seres que logran encarnar en el momento presente o instante de conciencia.
* Nótese que en la reconocida trilogía cristiana, la figura femenina de "la madre" ha desaparecido misteriosamente… Y resulta que se trata ni más ni menos que de nuestra espiritualidad… Personalmente estoy convencida que de esto se trata el "santo grial" desaparecido y tan buscado o censurado por la iglesia últimamente…

Nehuen Mapu

por China Mayorga

Esta comunidad integrada por mujeres mapuches funciona en la ciudad de Vuriloche desde el año 2001 con los siguientes objetivos:
· Reconocernos con nuestra propia identidad mapuche y asumirnos como transmisoras de nuestra cultura, filosofía y espiritualidad.
· Transmitir los conocimientos de rogatividad, cantos e idioma.
· Recuperar la medicina original en equilibrio con la naturaleza como la hicieron y transmitieron nuestros mayores.
· Recobrar el espacio para el desarrollo de nuestro arte (telar, platería, etc.)
Debemos ser las encargadas de transmitir y hacer conocer a nuestros niños y jóvenes los valores de nuestra cultura ya que ellos son el futuro de nuestro pueblo mapuche que comienza a resurgir con su lucha por los derechos que les corresponden como hoy son reconocidos en el art. 75 inciso 17 de la constitución nacional y el convenio 169 de la O.I.T.
Hemos empezado a retornar nuestros valores originarios como pueblo y así no permitir los avasallamientos producidos en la historia sobre nuestros territorios y sobre nuestra cultura siendo concientes que la tierra tiene un valor ancestral porque sin ella no podemos mantener nuestra medicina, nuestras rogativas, nuestra cosmovisión y nuestro equilibrio como che (persona), donde nosotros desde lo espiritual nos comunicamos con nuestro Nehuen que nos permite mantener nuestra salud física, mental y emocional.
Para nosotros la mapu, el territorio, es fundamental pues sin estos elementos no podemos desarrollarnos en nuestra propia identidad; pues la falta de comunicación con nuestros lagos, ríos, montañas, animales, bosques y plantas nos perjudica en forma salvaje provocando un desorden natural y un atropello legal.
Estamos hablando de nuestra propia vida, por eso la sociedad no puede hacer oídos sordos a nuestra problemática porque un pueblo que no reconoce la historia originaria del pueblo pre-existente ocasiona peligro a él mismo y a su futuro.
Para nosotras es importante concientizar al pueblo no-mapuche que somos un pueblo vivo, pues vemos diariamente las atribuciones que se toma la gente de hablar de nuestra cultura, nuestra medicina, nuestro arte; como si fuéramos un pueblo extinguido.
Estamos abocadas a contactar a nuestras mujeres que se encuentran desarraigadas y debilitadas por estar alejadas de su cultura y conocimiento, producto de la pérdida de identidad. Es importante deshacer el desamparo que sufren nuestros mayores por las causas ya mencionadas.
El trabajo que realizamos es arduo y lento ya que los medios que nuestra comunidad posee son de muy escasos recursos.
Esperamos que organizaciones públicas, privadas, municipio, etc., puedan apoyarnos dando importancia a nuestros valores como pueblo, cultura y espiritualidad.
Este mes es muy importante pues es el momento en que la fuerza de la tierra comienza a surgir y éste es el motivo por el que celebramos el Wyñoy Thrypantu (año nuevo).
Nuestra comunidad está invitando a las familias mapuches a compartir con nosotras el 21 y 22 nuestro nuevo ciclo.


Fiestas Paganas

(Relato que forma parte del libro Las dos muertes de Rodolfo Petersen, de Juan Pablo Trombetta)

Mis amigos insistieron para que viniera. A mí mucho no me entusiasman estas fiestas típicas en los pueblos de España; al principio, es todo novedad, pero después, si estuviste en cuatro o cinco es como si las hubieses conocido todas.
Siempre los toros, los fuegos, la música, el baile. Se pone tedioso. Nosotros los argentinos, hay que reconocerlo, somos bastante aburridos; tenemos pocas fiestas y no somos de divertirnos demasiado. Para peor, no podemos evitar el pánico al papelón, a pasar por ridículos, a que se rían de nosotros, así que optamos por reírnos de los demás, y entonces aflora esa soberbia desbordante, esa mirada despectiva, esa suficiencia. Bueno, al fin y al cabo somos los "europeos" de la América India, los más cultos, los más finos, los más elegantes, los más blancos, los más inteligentes... ahora estamos medio devaluados, eso sí.
Cuando acompañé a Laura en la aventura europea, hace quince años, nunca imaginé que ella se iba a volver tan rápido y que yo me radicaría en Sitges, al borde del Mediterráneo.
Ahora estoy en un pueblito de montaña del que apenas oí hablar; parece que producen vino y organizan estas fiestas paganas; estoy rodeada de mocosos y de muchachos disfrazados de diablos que largan fuego por todas partes, corren y saltan por las calles, hacen retumbar los tambores, paran en las casas y piden vino... La que más insistió para que viniera fue Susana, "Susana.com", como la llama Julio porque cualquier cosa que le preguntes te manda a internet. Y si no le preguntás también. Julio era montonero, pudo rajarse de Buenos Aires poco después del golpe del ’76 y estuvo unos años en París. Al final se instaló en Sitges, se aburguesó, y ahora tiene un par de tiendas y un restaurant muy coqueto lejos, muy lejos de Marx, de Lenin, de las utopías socialistas. Y yo aquí, en medio de la plaza. El año que viene cumplo cincuenta, casi no lo puedo creer; yo me siento una "pendejita", me mantengo bien, "muy bien para tu edad", como te suelta algún imberbe para halagarte y vos no sabés si sonreír agradecida o reventar de bronca. Claro que el no haber parido y la gimnasia ayudan a mantener la carne firme, durita, la cola parada. ¡Y las tetas son todas mías, no me las hice!, porque ahora cualquier chiruza pone unos euros y le fabrican las lolas que figuran en el muestrario. Como cuando viene el "cuervo" de la funeraria y muestra los distintos modelos de cajón. Hay de todo. Tenés tetas exageradas, tetas que "no se note mucho que te las hiciste", tetas que no se mueven ni a cañonazos... Las mías tienen un buen tamaño y son bien naturales. No sé por qué pienso todas estas boludeces ahora. Me tomé unas cuantas copitas y estamos con mi grupo en pleno baile. Hay viejos, chicos, matrimonios, todo muy familiar. ¡Si me vieran mis amigos de la Recoleta!, tan paquetes, tan "pijos" como dicen acá. Yo sé que les gusto a los hombres, soy lo que ellos llaman una "veterana fuerte" y con la ventaja de no llevar carga a cuestas, de no tener hijos. También sé que me ven cara de "rápida", de fácil, bah. Pero la verdad es que hace meses que no estoy con un hombre. A veces se ponen tan estúpidos. Prefiero arreglarme sola, la imaginación vuela, no hay que soportar ningún superman de ésos que se creen Casanova o Adonis o los dos a la vez, y sobre todo es más seguro, más sanito.
¡Uy, y este nene! Se me arrima y baila muy cerca, muy cerca, sin hablar. Me gusta. El "pibe" debe andar por los cuarenta. Se sigue moviendo cada vez más y más cerca; nos rozamos, así, casi por casualidad, que es cuando más me excita. Ahora él avanza hacia mí y me hace retroceder, sin dejar de bailar; de pronto se detiene y la que avanza soy yo. Cruzamos la plaza. Perdí a mis amigos. La música y el leve sopor del vino me envuelven, y estos movimientos, estos roces, los giros, todo me resulta sensual; pero lo más excitante es que no hablamos, apenas nos miramos de reojo. Ahora me toma de la cintura con las dos manos y nos movemos juntos, apretados, al ritmo de la música. Me toma con firmeza. Empiezo a sentir una sensación rara, no, más que rara lejana, como cuando era adolescente; percibo la adrenalina, mi propia excitación. Suavemente me atrae hacia él y apoya su mejilla contra la mía. Siento su respiración acompasada, agitada, aspiro su olor, olor a piel. Huele bien. Muy bien. Sus labios se acercan y en cualquier momento buscarán los míos. Un vacío sube lentamente por mis tripas. Me estremezco. Con la piel erizada intento dominar un ligero temblor. Cierro los ojos. Ahora interrumpen la música y nos apartamos con torpeza, como chicos a los que pescaron en falta. Él sonríe y me mira con dulzura. Me roza apenas la mejilla con los dedos y se va. Se va.
Llegan Susana y Julio. Susana dispara sus preguntas sin parar mientras lo sigue con la mirada: ¿quién es? ¿lo conocías? ¿cómo se llama? ¿qué hace? ¿dónde vive? ¿es argentino? ¿español? Por fin se calla y no necesito contestarle que no sé. Él ya se perdió más allá del gentío, donde se acaban las sombras, en el hueco frío de la madrugada.
Susana me mira y dice, con expresión muy seria:
—Al final, no sé si hicimos bien en venir.



Cada uno con su destino

Un samurai, conocido por todos por su nobleza y honestidad, fue a visitar a un monje zen en busca de consejos. No obstante, en cuanto entró en el templo donde el maestro rezaba, se sintió inferior, y concluyó que a pesar de haber pasado toda su vida luchando por la justicia y la paz, no se había ni tan siquiera acercado al estado de gracia del hombre que tenía frente a él.
—¿Por qué me estoy sintiendo tan inferior?— le preguntó, no bien el monje hubo acabado de rezar. —Ya me enfrenté muchas veces con la muerte, defendí a los más débiles, sé que no tengo nada de qué avergonzarme. Sin embargo, al verlo meditando, he sentido que mi vida no tenía la menor importancia.
—Espera. En cuanto haya atendido a todos los que me han buscado hoy, te daré la respuesta.
Durante todo el día el samurai se quedó sentado en el jardín del templo, viendo como las personas entraban y salían en busca de consejos. Vio como el monje atendía a todos con la misma paciencia y la misma sonrisa luminosa en su rostro. Pero su estado de ánimo iba de mal en peor, pues había nacido para actuar, no para esperar.
Por la noche, cuando ya todos habían partido, insistió: —¿Ahora podrá usted enseñarme?
El maestro lo invitó a entrar y lo llevó hasta su habitación. La luna llena brillaba en el cielo y todo el ambiente respiraba una profunda tranquilidad.
—¿Ves esta luna, qué bonita es? Ella cruzará todo el firmamento y mañana el sol volverá a brillar. Solo que la luz del sol es mucho más fuerte y consigue mostrar los detalles del paisaje que tenemos a nuestro frente: árboles, montañas, nubes. He contemplado a los dos durante años, y nunca escuché a la luna decir "¿Por qué no tengo el mismo brillo que el sol? ¿es que quizás soy inferior a él?"
—Claro que no— respondió el samurai— la luna y el sol son dos cosas diferentes, y cada uno tiene su propia belleza. No podemos comparar a los dos.
—Entonces, ya sabes la respuesta. Somos dos personas diferentes, cada cual luchando a su manera por aquello que cree, y haciendo lo posible para tornar a este mundo mejor; el resto son solo apariencias.

(Gentileza del dojo zen Despertar)

sábado, 24 de mayo de 2008

Nota de Tapa

(Domingo 18 de mayo: murió Antonio Vázquez)

Juan Gelman, poeta

Mi Buenos Aires querido

Sentado al borde de una silla desfondada,mareado, enfermo, casi vivo,escribo versos previamente lloradospor la ciudad donde nací.Hay que atraparlos, también aquínacieron hijos dulces míosque entre tanto castigo te endulzan bellamente.Hay que aprender a resistir.Ni a irse ni a quedarse,a resistir,aunque es seguroque habrá más penas y olvido.

Gotán (1963)

Gelman nació en la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Villa Crespo. Fue el tercer hijo (el único nacido en Argentina) de un matrimonio de inmigrantes judíos ucranianos. Aprendió a leer a los 3 años y pasó su infancia andando en bicicleta, jugando al fútbol y leyendo. Desde niño es simpatizante de Atlanta, el club de fútbol del barrio, donde años después le pondrían su nombre a la biblioteca, algo que él considera "el homenaje más grande de su vida". Comenzó a escribir poemas de amor cuando tenía ocho años y publicó el primero a los once (1941) en la revista Rojo y Negro. Realizó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Buenos Aires. A los quince años ingresó a la Federación Juvenil Comunista. En 1948 inició estudios universitarios de Química en la Universidad de Buenos Aires, abandonando poco después para dedicarse plenamente a la poesía. En 1955 fue uno de los fundadores del grupo de poetas El pan duro, integrado por jóvenes militantes comunistas que proponían una poesía comprometida y popular y actuaban cooperativamente para publicar y difundir sus trabajos. En 1956 el grupo decidió publicar su primer libro, Violín y otras cuestiones. En 1959, a raíz de la Revolución Cubana comenzó a adherir a la posibilidad de la lucha armada en Argentina y a disentir con la postura del Partido Comunista. En 1963, durante la dictadura de Guido, fue encarcelado con otros escritores por pertenecer al Partido Comunista en el marco del plan represivo CONINTES, hecho que provocó movimientos de solidaridad y publicaciones de sus poemas en protesta por su detención. Luego de ser liberado abandonó el Partido Comunista para comenzar a vincularse a sectores del peronismo revolucionario. Con otros jóvenes que también habían abandonado el Partido Comunista formó el grupo Nueva Expresión y la editorial La Rosa Blindada que difundía libros de izquierda rechazados por el comunismo ortodoxo. En 1967, durante la dictadura militar de Onganía se integró a las recién formadas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Se desempeñó como jefe de redacción de la revista Panorama (1969), secretario de redacción y director del suplemento cultural del diario La Opinión (1971-1973), secretario de redacción de la revista Crisis (1973-1974) y jefe de redacción del diario Noticias (1974). En 1975 fue enviado por Montoneros al exterior para hacer relaciones públicas y denunciar internacionalmente la violación de derechos humanos en la Argentina, durante el gobierno de Isabel Perón (1974-1976). En esa situación se encontraba cuando se produjo el golpe de estado del 24 de marzo de 1976En 1976 fueron secuestrados sus hijos Nora Eva (19) y Marcelo Ariel (20), junto a su nuera María Claudia Iruretagoyena (19), quien se encontraba embarazada de siete meses. Su hijo y su nuera desaparecieron, junto a su nieta nacida en cautiverio. En 1990 fueron hallados los restos de su hijo en un tambor lleno de cemento arrojado al río. En 1978 Gelman averiguó a través de la Iglesia Católica que su nuera había dado a luz, sin poder precisar dónde ni el sexo. En 1998 Gelman descubrió que había sido trasladada a Uruguay, a través del Plan Cóndor que vinculaba a las dictaduras sudamericanas y Estados Unidos, donde fue mantenida viva al menos hasta dar a luz a una niña en el Hospital Militar de Montevideo. La investigación sobre la suerte de su nuera y su nieta fue bloqueada intencionadamente por el gobierno uruguayo a pesar de la presión internacional, hasta la asunción del presidente Jorge Batlle en 2000, año en el cual se reunió con su nieta.En 1979 decidió abandonar Montoneros por estar completamente en desacuerdo con el verticalismo militarista del movimiento, exponiendo sus razones en un artículo publicado en Le Monde en febrero de 1979. En respuesta Montoneros acusó a Gelman de traición y lo condenó a muerte. En 1980 volvió a publicar un libro después de siete años, con el título de Hechos y relaciones, al que le seguirán Citas y comentarios (1982), Hacia el Sur (1982) y Bajo la lluvia ajena (notas al pie de una derrota) (1983). Ya en democracia, Juan Gelman no pudo volver a su país debido a las causas judiciales que se mantuvieron abiertas contra él por su pertenencia a una organización guerrillera, en las que se ordenó su captura. Escritores de todo el mundo protestaron por la persecución de la que era objeto Gelman en la Argentina, entre ellos Gabriel García Márquez, Augusto Roa Bastos, Juan Carlos Onetti, Alberto Moravia, Mario Vargas Llosa, Eduardo Galeano, Octavio Paz, etc. La presión internacional tuvo éxito y a comienzos de 1988 la justicia dejó sin efecto la orden de captura, tras lo cual volvió a su país en junio, luego de trece años de estar ausente. Pese a ello, Gelman decidió radicarse en México. En los ´80 publicó La junta luz (1985), Interrupciones II (1986), Com/posiciones (1986), Eso (1986), Interrupciones-I e Interrupciones-II (1988), Anunciaciones (1988) y Carta a mi madre (1989). El 8 de octubre de 1989 fue indultado por el presidente Carlos Menem, junto a otros 64 ex integrantes de organizaciones guerrilleras. Juan Gelman rechazó la medida y protestó públicamente contra ella a través de una nota publicada en el diario Página/12: "Me están canjeando por los secuestradores de mis hijos y de otros miles de muchachos que ahora son mis hijos."En 1998, al averiguar que su nuera había sido trasladada al Uruguay donde había dado a luz a una niña, exigió la colaboración de los estados argentino y uruguayo en la investigación con el fin de hallar a su nieta. Gelman se encontró especialmente con la oposición a investigar del presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti, con quien entabló un debate público, en el que volvió a ser apoyado por destacados intelectuales y artistas como Günter Grass, Joan Manuel Serrat, Darío Fo, José Saramago, Fito Páez. Nuevamente la presión internacional dio resultado y en el año 2000, al mes de asumir el nuevo presidente de Uruguay, Jorge Batlle, la nieta de Gelman, de nombre Andrea (Andreíta la menciona el poeta en varios poemas) había sido encontrada. Luego de verificar su identidad, la joven decidió tomar los apellidos de sus verdaderos padres, para llamarse María Macarena Gelman García.Ha recibido varios premios: "Boris Vian" (1987), Nacional de Poesía argentino (1997), Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (2000), el Iberoamericano de Poesía "Pablo Neruda" (2005) y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2005). Recientemente fue galardonado con el Premio Cervantes, el más prestigioso de la literatura en español. Actualmente, Juan Gelman vive en México y es columnista del periódico argentino Página/12.Como en pocos artistas, en Juan Gelman, vida y poesía (su vida y su poesía) se encuentran siempre entretejidas.

http://www.wikipedia.com/

Final (fragmento)

Ha muerto un hombre y están juntando su sangre en cucharitas,querido juan, has muerto finalmente.De nada te valieron tus pedazosmojados en ternura.Cómo ha sido posibcaleque te fueras por un agujeritoy nadie haya ponido el dedopara que te quedaras...

Juan Gelman


Ruedas (fragmento)

Ella llora con una rueda en la garganta
que gira contra el deseo y con
restos de oscuras órdenes. Hay
que envolverte ahora
con la luz que seas.
Esa luz tiene horizontes que ninguno ve,
como fulgor en un borde casual del viaje.

(a Andreíta)

Valer la pena (2001)

Correo de lectores

A Antonio Vázquez

Muchas personas han influido en nuestras vidas, todas ellas contribuyeron a nuestra formación, pero una cambió la nuestra definitivamente.

Esa influencia contribuyó a nuestra felicidad, casi como un estadio permanente, una visión diferente del mundo, ese mundo que él creó, el vio con cuarenta años de anticipación, ese mundo se llama Mar de las Pampas.

Don Antonio Vázquez; fundador de este pequeño paraíso, lugar de creación, de sueños, lugar donde las cosas se piensan diferente, se hacen diferente y se sienten diferente, porque él concibió así.

El 18 de mayo en horas de la madrugada, él se marchó en silencio, como caminado las sinuosas calles, perdiéndose entre los médanos del lugar más utópico de la Argentina.

Todos lo saludamos calladamente, sabemos que él nos cambió la vida, nos mostró el camino de la paz, la felicidad y los sueños.

Gracias Don Antonio, lo llevamos siempre en nuestro corazón.

Familia Leali.


PD. Nos gustaría mucho que la calle J. A. Roca llevara su nombre, por el simple hecho de seguir escuchándolo. Porque no es lo mismo el nombre de quien aniquiló a los nativos del país, que el nombre del quien creó belleza, reprodujo naturaleza y expandió la conciencia de los habitantes, y porque lo merece.

martes, 20 de mayo de 2008

Información local

MURIÓ ANTONIO VAZQUEZ

El pasado domingo 18 de Mayo de 2008 murió el señor Antonio Vázquez, uno de los fundadores de Mar de las Pampas.
En los próximos días ampliaremos.


CLAUSURAN OBRA

-El delegado municipal en Mar de las Pampas, señor Hugo Galfrascoli, informó acerca de la clausura de una obra en construcción en las calles Las Acacias y Las Toninas, el pasado martes 20 de mayo, a causa de la extracción de arena con bajada de médano y la eliminación de árboles. Fueron multados el maquinista, el arquitecto y el propietario. Al día 26 de mayo la clausura seguía en pie.

ACTO POR EL 25 DE MAYO

El domingo 25 de mayo, en la rotonda de Mar de las Pampas, se realizó un acto con motivo de festejarse un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo. Asistieron vecinos y también miembros de las instituciones locales (SOFO y AET) así como representantes del ejecutivo municipal. El intendente Erneta concurrió a los actos en la ciudad de Salta.

BROMATOLOGÍA

Responsables de Bromatología de la municipalidad de Villa Gesell ofrecieron, el martes 20 de mayo, una charla acerca de la manipulación de alimentos y de las aguas. También el director de Zoonosis disertó sobre castración y vacunación de animales domésticos. Tuvo lugar en el restaurante Amorinda de Mar de las Pampas.

OPERATIVO LIMPIEZA

El sábado 17 de mayo cuarenta operarios municipales realizaron tareas de limpieza en Mar de las Pampas. Se anuncia la misma tarea en los próximos días para las localidades de Las Gaviotas y Mar Azul.

LA ESCRITORA ECUATORIANA MARÍA GARCÉS PRESENTA SU LIBRO SOBRE ERNESTO CHE GUEVARA EN EL VENTANAL DE VILLA GESELL.

El Chasqui publicó, entre noviembre y abril, una reseña de los actos celebrados en La Higuera, Bolivia, al cumlirse 40 años de la muerte de Ernesto Che Guevara. En aquella oportunidad, en Vallegrande, la escritora María Garcés presentó su libro "La Guerrilla de Ernesto Che Guevara en Bolivia". El próximo jueves 22, a las 18, lo hará en el café librería El Ventanal (Av. 3 Nº 553).
Garcés es traductora, investigadora y cuentista y ha publicado varios libros (*). Sus cuentos han sido traducidos al alemán, inglés e italiano.
A continuación ofrecemos una introducción escrita por la autora.
La década del sesenta fue una década de acontecimientos importantes tanto a nivel latinoamericano como internacional: la guerra de Vietnam; la guerra árabe-israelí; las luchas de liberación nacional en África; las guerrillas venezolana y colombiana; la guerrilla guatemalteca; los brotes guerrilleros en Argentina, Perú y Brasil; la primera reunión de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAAL); la lucha por los derechos civiles de la población negra estadounidense... En ese marco de efervescencia de las luchas populares y nacionales, se produce el primer combate entre la guerrilla comandada por Ernesto Guevara y una patrulla del ejército boliviano. Desde ese momento, todos los sucesos relacionados con el tema ocuparon un lugar de primer orden en la prensa latinaomericana. Artículos informativos, editoriales, relatos, testimonios, entrevistas, conferencias de prensa, comunicaciones oficiales y de organizaciones de izquierda, fotografías... inundaron los periódicos de la región. Todo ello constituye una de las principales fuentes de información para quienes deseen profundizar en el estudio de un tema cuya importancia no necesita ser subrayada.
Los documentos que forman parte de este libro, han sido tomados de los periódicos de mayor circulación de Bolivia, Cuba y Chile en los años 1967, 1968 y 1969. De la prensa cubana, he recopilado lo que publicó el diario Granma en los años citados y los testimonios, entrevistas y artículos que sobre el tema publicaron las revistas Bohemia, Juventud Rebelde, Moncada, Oclae, Tricontinental y Verde Olivo, entre 1967 y 1987. De la prensa boliviana he recogido información de El Diario y Presencia de La Paz, de Los Tiempos y Prensa Libre, de Cochabamba. También he incluido información publicada por El Mercurio y la revista Punto Final, de Chile.
La cantidad de información existente hace imposible su reproducción total. He dividido el material escogido en diez capítulos y he optado —en la medida de lo posible— por el orden cronológico de los hechos citando fuentes en fechas indistintas. Se intercalan así entrevistas, testimonios e investigaciones periodísticas aparecidas posteriormente, con noticias y artículos publicados en el momento de los sucesos.
Los preparativos de la guerrilla en Bolivia y Cuba; la organización del campamento guerrillero; la exploración y reconocimiento de la zona; los primeros combates; la convulsión interna; la repercusión internacional; el papel de Estados Unidos y las reacciones de los países fronterizos; las marchas de protesta, huelgas y manifestaciones contra el gobierno de Barrientos; la represión desatada que culminó con la masacre de los mineros del estaño en la noche de San Juan; el apresamiento y juicio a Régis Debray; el grupo de Joaquín y la emboscada del 31 de agosto; la emboscada de La Higuera; la batalla de El Yuro; la captura y asesinato del comandante Guevara; la ruptura del cerco militar del grupo de sobrevivientes y su salida de Bolivia; la publicación del Diario del Che en Cuba; la reorganización del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia dirigido por Inti Peredo; los diarios de campaña de tres combatientes cubanos (Pombo, Rolando, Braulio) y las memorias de Loyola Guzmán (enlace urbano)... Son algunos de los principales temas recogidos en esta recopilación.
Salvo en el caso de la no disposición de los ejemplares correspondientes a algunos días, he revisado página por página los diarios de los años indicados. En el caso de las revistas cubanas mencionadas, me he basado en la Bibliografía cubana del comandante Ernesto Che Guevara, de Araceli García-Carranza y Josefina García-Carranza, publicada en La Habana en 1987. De la revista Punto Final, he podido disponer solamente de algunos ejemplares en años indistintos.
No he incluido en este trabajo todos los comunicados de solidaridad hacia el movimiento guerrillero enviados a Cuba por los diferentes partidos, personalidades y movimientos de izquierda latinoamericanos; así como los publicados en otros medios de prensa, por considerar que este material merece un análisis exclusivo —solo cabe mencionar aquí, la actitud oportunista de algunos partidos y dirigentes que apoyaron entusiastamente la guerra de guerrillas en Bolivia durante la etapa de los combates victoriosos y que se convirtieron, después de la muerte del Che y de la publicación de su diario de campaña, en detractores de este movimiento—. A manera de ejemplo de esa actitud, he reproducido parte de los comunicados de solidaridad y apoyo del Partido Comunista de Bolivia . Tampoco he incluido en su totalidad la información referente a la prisión y juicio de Régis Debray, que hiciera escribir al Che en su diario: "El clamoreo del caso Debray ha dado más beligerancia a nuestro movimiento que 10 combates victoriosos" (resumen del mes de mayo). No he incluido las notas de condolencia enviadas a Cuba y publicadas por el periódico Granma después de la muerte de Ernesto Guevara.
La reproducción se ha hecho respetando títulos, subtítulos y el formato (en el caso de entrevistas, por ejemplo) de los artículos. Se señala la no inclusión de algún párrafo utilizando puntos suspensivos entre corchetes; los puntos suspensivos que no tengan estas características, corresponden al autor o editor de los artículos. Al final de cada documento, se incluye los datos bibliográficos correspondientes (con algunas excepciones, por no disponer de la información bibliográfica completa de los periódicos de esas fechas). En el caso de palabras como Ñancahuazú, he respetado la ortografía del original por ser ésta muy variada. Solo en algunos casos he corregido, entre corchetes, alguna palabra o nombre.

María del Carmen Garcés

(*)Algunos títulos: "La Campaña del Che en Bolivia a través de la prensa"; "Mírame a los ojos" (cuentos); "La guerrilla del Che en Bolivia: antecedentes, preparativos y principales acciones"; "La guerrilla del Che en la prensa cubana"; "Cuando ella devolvió el beso" (cuentos); "Sé mis ojos" (cuentos); "La guerrilla de Ernesto Che Guevara en Bolivia".